miércoles, 15 de julio de 2020

EL ESTIGMA DE OFELIA




Mucho se ha escrito sobre Ofelia uno de los personajes de la tragedia de “Hamlet” ¿pensó Shakespeare que Ofelia se convertiría en musa inspiradora de artistas, músicos y poetas? seguramente, porque este personaje femenino que fue manipulada por su padre Polonio, por su hermano Laertes y por el propio Hamlet, se convertiría a posteriori en objeto de estudio del comportamiento humano en circunstancias muy similares a la actualidad.

Laertes le advierte a Ofelia que no le conviene su relación con Hamlet y ella le dice: “Guardaré el sentido de esos buenos consejos / como custodia de mi corazón. Pero, hermano mío, / no hagas como ciertos eclesiásticos / que muestran el espinoso camino de la gloria / mientras que, libertinos, jactanciosos, / siguen ellos la senda florida del placer / ignorando su propio consejo»

Polonio (quien aconseja a su hija que lo rechace a Hamlet) encuentra en el rechazo de Ofelia hacia el Príncipe la causa de la enfermedad de éste, lo que él califica de “locura de amor”. El carácter del consejero se define prontamente cuando decide revelar al rey esta información, sin medir las consecuencias. Polonio quiere mostrar su fidelidad al rey, pero no por motivos éticos, sino por sus ganas de congraciarse con éste, de ser el que solucione el problema de palacio, la locura de Hamlet, y así, ascender en la corte.

 El príncipe Hamlet juega con Ofelia y con su ingenua credulidad, pues al principio le dice «Antes yo os amaba», indicando el fin de ese amor, lo que la joven cree, y momentos después le dice lo contrario, «Yo no te amaba», dejando un poso de decepción en Ofelia. Todo este manejo “toxico” ligado a su baja autoestima hacen que Ofelia se olvide de sí misma y esto la empuje al trágico final.

 Estos juegos sobre Ofelia y las constantes manipulaciones llevadas a cabo por los personajes masculinos de la obra serán las que rompan dramáticamente al personaje y la induzcan a su trágico final, que se desprende del relato como accidental, cayo al rio “al quebrarse la rama del sauce”, posteriormente el peso de su vestido mojado y la inconsciencia  ya que Ofelia cantaba mientras se hundía, inmersa en su locura, quizás despidiéndose de una vida breve, cansada de ser objeto de deseo y al mismo tiempo herramienta para los propósitos ambiciosos de su familia, puso fin a su vida desnudando la hipocresía de quienes la rodearon. Ofelia vive el amor como una pasión por la que debe ser castigada.

Nota: Para profundizar más acerca del perfil psicológico de Ofelia dirigirse a este enlace:https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-92272015000300007

Nota: Enlace para el video : La locura de Ofelia


OFELIA Y LOS ARTISTAS

Cuantos artistas recogieron el guante para llevar a sus lienzos la imagen de Ofelia: Eugene Delacroix en 1848, John E Millais en 1852, Alexander Cabanel en 1883, J.W. Waterhouse en 1894,  Arthur Hughes dos versiones en 1851 y 1863, Georg Pauli en 1891, Paul Albert Steck en 1895 y Frederich W.T. Heyser en 1921, solo para mencionar los más conocidos.

En 1843 Eugene Delacroix dibujó una serie de láminas donde el motivo era el personaje de Shakespeare. La más famosa de todas fue La muerte de Ofelia. Delacroix parece sentir una fascinación impostergable relacionada con la locura y la sensualidad de la heroína. Como muchos otros pintores, eligió el momento de su muerte para representarla. Se cree que Delacroix se inspiró en la actriz irlandesa Harriet Smithson, hija de un director de teatro. Hizo su primera actuación en 1815 en el Teatro de Calle Crow, de Dublín Tres años más tarde hizo su primera aparición en Londres en el Drury Lane como Leticia Hardy en “La estrategia de la Belle



“La muerte de Ofelia” – 1843 Eugene Delacroix



No consiguió especial éxito en Inglaterra, pero fue a París en 1827 y 1832. Allí despertó el entusiasmo como DesdémonaVirginiaJulieta y Jane Shore, en la tragedia por Nicholas Rowe. Tenía una multitud de admiradores, entre ellos Héctor Berlioz, quien la conoció durante una representación de Hamlet en el teatro de l’Odeón de París entre los años 1827 y 1828 en la que actuaba como Ofelia.

Héctor Berlioz le dedica a su amada  “La muerte de Ofelia”  Op. 18 nº2  con letra de su amigo y mecenas  Ernest Legouvé.

Enlace para escuchar “La muerte de Ofelia” de Héctor Berlioz: https://www.youtube.com/watch?v=IBneW73ygXU





Letra de “La muerte de Ofelia” -  Ernest Legouvé

Cerca de un torrente, Ofelia
cosechaba, siguiendo la orilla,
en su dulce y tierna locura
hierba doncella, botones de oro,
iris de color de ópalo
y aquellas flores de color rosa pálido
que se llama dedos de muerte.
Ah!

Entonces, alzando con sus manos blancas
los risueños tesoros de la mañana,
los colgó de las ramas,
las ramas de un sauce vecino.
Pero, demasiado débil, la ramita se pliega,
se rompe, y la pobre Ofelia
cae, con la guirnalda en las manos.

Durante unos instantes su ropa soplada
la tuvo aún sobre la corriente
y, como una vela hinchada,
ella flotaba cantando,
cantando alguna vieja balada,
cantando como una náyade
nacida en medio del torrente.

Pero esta extraña melodía
pasó rápida como un sueño.
Con la ropa empapada y pesada
pronto el abismo profundo
arrastró la pobre perturbada,
dejando apenas comenzada
su canción melodiosa.
Ah!


El idilio entre ambos duró seis años, finalmente en 1833 se casaron y al año siguiente, el 14 de agosto nació su único hijo Louis Berlioz (quien falleció a los 32 años de fiebre amarilla).Con el paso del tiempo Harriet comenzó de verdad a convertirse en Ofelia. Dejó de actuar, perdió la voz, y se consumía en alcohol. Mientras tanto la fama de Berlioz no dejaba de crecer y tenía una relación amorosa con la soprano Marie Recio. Finalmente el matrimonio acabó en 1844; aunque el compositor continuó siendo su valedor económico toda la vida.

Harriet Smithson la musa en la pintura de Eugene Delacroix y del compositor Héctor Berlioz, sufrió un ataque de apoplejía en 1848, afección que la dejo paralitica, finalmente murió el 3 de marzo de 1854. Su único hijo Louis sirviendo para la marina mercante, encuentra la muerte en Cuba a causa de la fiebre tifoidea en 1866, con apenas 32 años. 

En 1868 Berlioz, enfermo y solo, su segunda esposa había muerto hacía pocos años, decide marchar Niza para morir allí, porque en esa ciudad había pasado en 1831 «los veinte más bellos días de felicidad de [su] vida». Pero treinta y siete años después encuentra la ciudad muy cambiada y la decepción y el empeoramiento de su salud le hacen volver a París, donde fallecerá el 8 de marzo de 1869.


 Fue enterrado en el Cementerio de Montmartre con sus dos esposas, Harriet Smithson (muerta en 1854) y Marie Recio (muerta en 1862).




JOHN WILLIAM WATERHOUSE

(6 de abril de 1849 - 10 de febrero de 1917) fue un pintor inglés conocido por trabajar primero en el estilo académico y por adoptar el estilo y el tema de la Hermandad prerrafaelita. Sus obras de arte eran conocidas por sus representaciones de mujeres de la mitología griega antigua y la leyenda artúrica.

Nacido en Roma de padres ingleses que eran pintores, Waterhouse luego se mudó a Londres, donde se matriculó en la Royal Academy of Art. Pronto comenzó a exponer en sus exposiciones anuales de verano, centrándose en la creación de grandes obras de lienzo que representan escenas de la vida cotidiana y la mitología de la antigua Grecia. Muchas de sus pinturas están basadas en autores como Homero, Ovidio, Shakespeare, Tennyson o Keats

MURIEL FOSTER - MODELO

Su modelo preferida fue  MURIEL FOSTER una clásica belleza inglesa, de rostro delicado y seductor (casualmente el apellido de su madre era Waterhouse, prima segunda del famoso arquitecto y pintor británico Alfred Waterhouse, sin relación con nuestro artista). Waterhouse la pintó por primera vez en La Belle Dame Sans Merci cuando todavía era una niña pequeña, alrededor de los quince años. Continuó pintando su belleza femenina a cada paso desde aproximadamente 1893 hasta aproximadamente 1906, y luego nuevamente desde 1909 hasta el final de su vida. Además, el hecho de que ella apareciera en tantos de sus trabajos planteó preguntas críticas en ese momento sobre si debería haber usado un solo modelo de manera tan consistente. Sin embargo, a pesar de la cantidad de veces que su rostro apareció en las obras de Waterhouse, el nombre de su modelo favorito era desconocido u olvidado hasta hace poco. Ya en 1891 todavía era una figura misteriosa si no fuera así poco se sabe sobre la vida de Muriel. Aparentemente estudió enfermería durante los años que posó para Waterhouse, nunca se casó. Estuvo estudiando para enfermería entre 1901 y 1905 en la prestigiosa Escuela de St.Thomas de Londres, fundada por Florence Nightingale. Tras acabar de posar, pasaría el resto de su vida como enfermera en el hogar de ancianos de Oakland en St. Leonards on sea, Hastings. Fue allí donde murió en 1969 a la edad de 91 años.


"Ofelia" (1910)


"Ofelia" (1894)



"Ofelia" (1899)




OFELIA DE MILLAIS

Elizabeth Eleanor Sidall nació cerca de Londres (1829-1862), siendo la mayor de seis hermanos. Poco se sabe de su infancia y, aunque no existe constancia de que fuera a la escuela, era capaz de leer y escribir.

Fue descubierta como modelo por el pintor Walter Deverell en 1849 mientras trabajaba como modista en una sombrerería de Londres. Su juventud y su belleza alejada de los cánones académicos, la convirtieron en una de las primeras modelos de la Hermandad Prerrafaelita.

 Una de las primeras obras para las que posó fue el lienzo “Ofelia muerta” de John Everett Millais (1852). Elizabeth debía posar en una bañera llena de agua y Millais la pintó día tras día durante todo el invierno. Ponía lámparas de aceite debajo de la bañera para calentar el agua, pero se cuenta que, en una ocasión, estas se apagaron y el agua se fue volviendo poco a poco más fría sin que Elizabeth protestara y Millais, que permanecía absorto en su obra, tampoco se diera cuenta de permitir salir a la joven de la bañera. El resultado fue que, al parecer, esta enfermó gravemente de neumonía, motivo por el que su padre envió más tarde una carta a Millais exigiéndole 50 libras por los gastos médicos ocasionados por la enfermedad (finalmente aceptó una cifra menor).



Millais estudio cada detalle desde buscar el lugar exacto, pintó Ofelia entre 1851 y 1852 en dos lugares separados en el río Hogsmill, cerca de Ewell en Surrey. Este lugar lo descubriría el pintor gracias a la ayuda de su compañero de hermandad Holman Hunt. Esto se ha podido conocer gracias a una serie de cartas mandadas por Millais a un amigo; y pintó la figura de Ofelia en su estudio de Gower Street en Londres.


Por su parte Millais añadirá algunas plantas que no aparecen descritas en la obra como será la presencia de amapolas que se vinculan con la muerte, o el adormecimiento. Lirios que se relaciona con la virginidad, coronas imperiales, narcisos, ulmarias, adonis, forman parte de una amplia extensión de flores que aparecen en la obra. Todas ellas estarían en relación con la historia de Hamlet, así como con los sentimientos de Ofelia.

Elízabeth posó para otros pintores de la “Hermandad” durante algún tiempo, pero uno de estos, Dante Gabriel Rossetti (1828-1882), que además de pintor  fue poeta, ilustrador y traductor, se enamoró de ella y no sólo la pintó constantemente (Muerte de Beatriz, La reina de corazones...) sino  que se la llevó a vivir con él y, finalmente, se casaron en 1860, aunque con la oposición familiar de él.



            “El sueño de Dante ante la muerte de su amada”, por Rossetti (1880)


“Reina de corazones”, por Rossetti 1867

Rossetti ya no dejó que su esposa posara para otros artistas, pero él siguió buscando nuevas modelos a las que seducir y pintar, lo que enloqueció de celos a Elizabeth, que llegó a arrojar al Támesis los dibujos que Rossetti hacía de otras mujeres.

Tras un año de matrimonio, Elizabeth dio a luz una niña muerta, lo que la sumió en una profunda tristeza, agravada por su constitución enfermiza. Comenzó por entonces a tomar láudano para calmar sus nervios, muriendo poco después, embarazada de nuevo, de una sobredosis de esta droga.

A pesar de sus continuas infidelidades, Rossetti sintió mucho la muerte de su mujer, mostrando todo su dolor en su obra “Beata Beatrix” (1863) (ilustración de abajo al centro)


Rossetti, además, enterró bajo la larga cabellera de su esposa una agenda con los sonetos que había compuesto para ella (tiempo después Rossetti recuperó el libro mandando abrir el féretro de Elizabeth).

El manuscrito fue recuperado a pesar de que el deterioro hacía difícil leer  algunos de los poemas. Rossetti los publicó con otros nuevos, pero no fueron bien recibidos por algunos críticos que los tacharon de eróticos y además porque no se vio correcto la exhumación de los restos de su esposa para recuperar el manuscrito.

Para ver el contenido del manuscrito seguir el siguiente enlace:

http://elespejogotico.blogspot.com/2009/03/el-alma-de-la-belleza-dante-rossetti.html


OFELIA DE RIMBAUD

I

En las aguas profundas que acunan las estrellas,

blanca y cándida, Ofelia flota como un gran lirio,

flota tan lentamente, recostada en sus velos…

cuando tocan a muerte en el bosque lejano.

Hace ya miles de años que la pálida Ofelia

pasa, fantasma blanco por el gran río negro;

más de mil años ya que su suave locura

murmura su tonada en el aire nocturno.

El viento, cual corola, sus senos acaricia

y despliega, acunado, su velamen azul;

los sauces temblorosos lloran contra sus hombros

y por su frente en sueños, la espadaña se pliega.

Los rizados nenúfares suspiran a su lado,

mientras ella despierta, en el dormido aliso,

un nido del que surge un mínimo temblor…

y un canto, en oros, cae del cielo misterioso.


II

¡Oh tristísima Ofelia, bella como la nieve,

muerta cuando eras niña, llevada por el río!

Y es que los fríos vientos que caen de Noruega

te habían susurrado la adusta libertad.


Y es que un arcano soplo, al blandir tu melena,

en tu mente traspuesta metió voces extrañas;

y es que tu corazón escuchaba el lamento

de la Naturaleza –son de árboles y noches.

Y es que la voz del mar, como inmenso jadeo

rompió tu corazón manso y tierno de niña;

y es que un día de abril, un bello infante pálido,

un loco misterioso, a tus pies se sentó.

Cielo, Amor, Libertad: ¡qué sueño, oh pobre Loca! .

Te fundías en él como nieve en el fuego;

tus visiones, enormes, ahogaban tu palabra.

–Y el terrible Infinito espantó tu ojo azul.

III

Y el poeta nos dice que en la noche estrellada

vienes a recoger las flores que cortaste ,

y que ha visto en el agua, recostada en sus velos,

a la cándida Ofelia flotar, como un gran lirio.


Arthur Rimbaud

“Una temporada en el Infierno” / 1863-1869





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